Las enfermedades de transmisión sexual, anteriormente conocidas como enfermedades venéreas, son un grupo de enfermedades que se contagian durante las relaciones sexuales sin protección.
Son causadas por virus, bacterias, hongos y otros gérmenes microscópicos.
Una persona infectada puede seguir propagando la enfermedad sin saber que lo hace, porque puede estar sin síntomas y la infección puede pasar desapercibida.
Atacan a personas de cualquier edad y sexo, pero los adolescentes y adultos jóvenes son los que están en mayor riesgo de contagiarse.
Las más conocidas son:
- · Tricomoniasis
- · Linfogranuloma venéreo
- · Candidiasis o Moniliasis Vaginal
- · Gonorrea o Blenorragia
- · Sífilis
- · Chancro blanco
- · Herpes
- · Virus de Papiloma Humano
- · Hepatitis virales
- · VIH/SIDA
Si no se evitan o tratan rápidamente ocasionan esterilidad, enfermedades crónicas e incluso la muerte.
Las condiciones que favorecen su contagio son:
- · Contacto sexual sin protección con personas infectadas.
- · Recibir transfusiones con sangre no segura o no certificada.
- · Uso de agujas contaminadas de personas infectadas.
- · A través de la placenta de la madre enferma al feto o al recién nacido.
- · Lactancia materna de una madre enferma de SIDA.
No es necesaria la penetración anal o vaginal para contagiarse, es suficiente el roce y tocamiento de los genitales para infectarse.
Antes de la eyaculación masculina existe salida de líquido preseminal que también es potencialmente infectante. Una persona puede tener dos o más enfermedades en un mismo momento de la vida.
El tratamiento de una enfermedad de transmisión sexual debe de ser otorgado y vigilado por un médico y se trata tanto al paciente como a su pareja sexual. No se deben de auto-recetar, debido a que si son tratadas de manera errónea pueden tener graves repercusiones.
El uso adecuado del condón es útil para prevenirlas.
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